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sábado, 3 de mayo de 2014

MACRO ECONOMÍA Y POLÍTICA INTERNACIONAL


Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN  http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 3 de abril de 2014.

Habiéndose ya hecho público que el nivel de endeudamiento del país, llegó al 60% del PIB y que se han solicitado 215 millones de deuda para finalizar el período del Presidente Funes, es natural afirmar que se necesitan condiciones  económicas mundiales, excepcionalmente bonancibles, macroeconómicas favorables, y además de confianza internacional sólida en El Salvador, para que todas debidamente conjugadas puedan revertir el caos económico, en el que hoy se encuentra este país, por causa de los niveles de endeudamiento a que ha llegado.

Ha previsto, Sánchez Cerén un crecimiento económico del 3% en relación al PIB, pero el país necesita el 7%, el cual podría no ser una quimera, ya que fue posible lograrlo en los años subsiguientes al conflicto armado, gracias a que en tal época, se conjugaron las condiciones ya arriba apuntadas; más, en las condiciones actuales sí es una quimera el considerar posible no el 7% sino ese 3% que predice Sánchez Cerén

En el Día del Trabajo, Sánchez Cerén además de vaticinar el crecimiento favorable de la economía, advirtió la necesidad de una “reforma fiscal” en la cual “los ricos pagarán más”; hecho que de tajo, no sólo resta estimulo y competitividad a la inversión en El Salvador, sino que es nuncio de una baja en esa competitividad de los productos que exporta el país y también de alza de la inflación local: condiciones que forzosamente frenarán la economía.

Pero debe además considerarse aún el proyectado ingreso de El Salvador a Petrocaribe, como parte del proyecto “Grannacional” de Venezuela, visión geopolítica a la cual ya se apego Salvador Sánchez Cerén en su visita a Maduro.

El ingreso a Petrocaribe obliga a una primera pregunta de carácter económico: ¿ingresará El Salvador con el pasivo generado por el ALBA o, habrá una deuda “quebrada” con Venezuela? Pregunta que es oportuna porque la pretensión venezolana es que la deuda sea en su totalidad, absorbida por el Estado pues que la relación es de Estado a Estado; no obstante, miembros del FMLN, consideran que deben ser dos deudas: una, del Estado y la otra, la ya existente, privada o de las alcaldías (ENEPASA).  Se debe, tal interés, a que de esa manera no habría posibilidad legal para una intervención de la Corte de Cuentas de la República, o posibles inconstitucionalidades y reparos públicos por desvíos de fondos hacia altos personajes del ALBA y del FMLN y, por otra parte, si el Estado absorbiese otra deuda, mucho más elevada sería la deuda pública en relación con el PIB.

Ingresando a Petrocaribe seríamos ya formalmente,  miembros del bloque político venezolano, el cual estimula el “intracomercio” y que categóricamente, se opone al TLC y a las propuestas económicas de la Cuenca del Pacífico, por lo cual sufriríamos una auto aislamiento económico, sujetándonos al mismo tiempo a los intereses políticos de Venezuela y a su petróleo y, en llegando a tal situación,  pasaremos de la esfera política de aislamiento de los intereses occidentales,  lo cual sería como si entrásemos a una cárcel.

Aunque algunos grandes pensadores económicos, aseguran que las luchas ideológicas han terminado, parece que no es así. Basta con leer el siguiente  comentario del catedrático catalán Salvador López Arnal : “Sin olvidar antecedentes y tradiciones propias, los soviets han sido (lo siguen siendo) una de las grandes aportaciones praxeológicas, de democracia directa, participativa y popular, de la revolución socialista de 1917”. Y los comentarios venezolanos oficialistas, defendiendo la represión de parte del Gobierno, se hace hincapié en la frase: “Los medios informativos occidentales se han hecho portavoces de la derecha venezolana y han denunciado una decisión liberticida” .Estableciéndose una clara diferencia “ideológica” propia de la Guerra Fría, pero extendida hoy a tierras latinoamericanas.

En este sentido, la posición del bloque venezolano nos hará sufrir las consecuencias propias de la debilidad de dicho bloque, en el cual ni un solo país, tiene la capacidad de auto sostenibilidad, a no ser que se tengan recursos naturales en manos estatales. El nuevo socialismo, se encuentra en América Latina, pero las pretensiones geopolíticas rusas y chinas aún subsisten a la guerra fría, pues les son naturales a su “hinterland”. El bloque latinoamericano del ALBA, en su visión Grannacional, al ver la multipolaridad hace frente común con las pretensiones geopolíticas rusas, chinas e iraníes, viendo en ellas, una alternativa a su comercio con los Estados Unidos y Europa a los que ellos llaman claramente, “occidente” y ven en aquellos países la posibilidad de apoyo político y económico contra el capitalismo occidental, siguiendo la máxima: el enemigo de mi enemigo es mi amigo.


Este giro económico y político que inevitablemente dará El Salvador afectará nuestra economía, no sólo por la pérdida de confianza en el cumplimiento de las obligaciones internacionales, sino también en cuanto al modelo económico (no sólo de producción sino también de venta del producto) que será insuficiente para sostener y salvar la economía salvadoreña.

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